Autor: Brigid Kemmerer
Genero: Juvenil Contemporáneo
Sinopsis: He empezado 35 cartas, y todas comienzan con "Tengo 17" , pero después no puedo escribir más. No quiero arruinar lo que tenemos. No quiero perderlo. Me veo como una estúpida. Parece que estuviera aquí sentada escribiendo cartas a la oscuridad, esperando una respuesta. Ni siquiera te conozco, pero siento que te entiendo. Siento que me entiendes. Y eso es lo que mas me gusta de todo esto.
Opinión Personal: Bastaron dos o tres paginas para que este libro me atrapara, sencillamente no había topado con un libro que pudiera engancharme tanto este año, de esas veces que no puedes parar de leer. Es un libro de temática juvenil que involucra la vida de nuestros protagonistas Juliet y Declan al principio pareciera que es una novela romántica más, pero no lo es en absoluto, son muchos temas que toca la lectura como son las perdidas, la muerte, la desesperación, dos adolescentes unidos por el dolor, relaciones familiares y vínculos de amistad que se irán descubriendo poco a poco. El desarrollo de la historia me encantó en ningún momento se hace pesada la lectura y te mantiene a la expectativa de lo que va a suceder aunque siempre sabemos para donde va el asunto, pero es bonito ver desde afuera como se desarrolla.
Esta escrita con una fluidez que las paginas se te van sin darte cuenta, la narrativa es muy sencilla pero a su vez es fácil de entender y de leer con situaciones reales a las que un adolescente puede enfrentarse.
Los personajes están super bien desarrollados, muy bien perfilados y también vemos evolución en ellos, son personajes entrañables que terminan por encantarte, incluso los personajes secundarios son tan reales y tan bien colocados que en conjunto hacen que atravieses esta novela con gran facilidad.
En lo personal me gusto demasiado, la historia cierra bien y no deja cabos sueltos.
Frases Favoritas:
"Un día no equivale a toda tu vida. Un día es un día, y nada más."
"A veces uno llega a un punto en que el dolor es tan intenso que se es capaz de hacer cualquier cosa para dejar de sentirlo. Incluso si eso significa hacer algo que lastime a otro"
"¿Alguna vez oíste hablar de Kevin Carter? Ganó el premio Pulitzer por la fotografía de una niña moribunda. Es una foto bastante famosa, así que quizás la hayas visto. Una niñita famélica, en Sudan, está tratando de llegar a un centro de reparto de alimentos. Tuvo que detenerse a descansar porque no era más que un esqueleto sostenido por un poco de piel. Tuvo que descansar porque no tenía fuerzas para llegar a la comida en un solo viaje.
Así que se echó en la tierra a descansar, una niñita diminuta, mientras un buitre se sentó cerca de ella esperando.
¿Entiendes? Esperando. A que ella se muriera.
A veces pienso en esa foto. Pienso en ese momento.
A veces me siento como la niña.
A veces me siento como el ave.
A veces me siento como el fotógrafo, incapaz de hacer otra cosa más que mirar.
Kevin Carter se suicidó después de ganar el Pulitzer.
A veces creo entender por qué"
"¿No te parece curioso que la gente hable de “perder” a alguien, como si no supieran donde esta? Pero quizás se trate de un significado distinto de “perder”, en el sentido que uno no sabe a dónde se fue."
"El mundo no puede dar alegrías tan grandes como las que quita, cuando el brillo de las ideas primeras se apaga con el deterioro de sentir."
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